Nos han jodido pero bien….


Nací en el año 75. Franco había muerto ya, y la ONU proclamaba el Año Internacional de la Mujer. Desde luego eran buenos augurios. Socializada en democracia, en un país lleno de posibilidades y de ilusión. Buenos presagios.
Soy pura Generación X. X de incógnita, X de nada, X de indefinición. Se nos ha definido como individualistas, hedonistas. Se nos ha acusado de ser poco militantes, de escasa solidaridad, de ir a lo nuestro, de ver demasiado la tele…puro mito. Somos la generación más preparada que ha tenido este país; tenemos titulaciones superiores, quien más quien menos se desenvuelve con el inglés, hemos viajado al extranjero, sabemos de muchas cosas por pura necesidad, pero somos la primera generación a la que le va y le irá peor que a la de sus padres y madres. Y tenemos principios e inquietudes, siempre las hemos tenido.
Nos han jodido pero bien. Tanto a hombres como a mujeres (un poco más, y si no, al tiempo). Hemos tenido que trabajar en mil trabajos precarios antes de poder (afortunado él o ella) “trabajar de lo nuestro”. Nos hemos metido en hipotecas abusivas, no por necesidad de tener un piso, es más, tener un piso nos pesa como una losa a la hora de poder movernos, sino porque resultaba absurdo pagar casi lo mismo por un piso de alquiler. Hemos tenido hijas e hijos y nos hemos tenido que inventar, muchas veces a tortazos, un nuevo modelo de pareja y familia en el que las tareas y el cuidado se repartieran equitativamente.
La generación precedente, la sesentayochista, laquehizolatransición y corriódelantedelosgrises pocas veces ha reconocido nuestra presencia y valía, por mucho que en los 90, Renault nos definiera como Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados.

No hay más que fijarse en el Gobierno del PP, dominado por hombres de cierta edad, paradigma del modelo de funcionamiento. Muchas veces nos ha visto como una amenaza. Y ahora que ha llegado la crisis es la que sigue perteneciendo, porque somos nosotras y nosotros los que nos estamos yendo al paro. Las estructuras envejecen, no se renuevan y se desperdicia mucho talento.
Ahora nos vemos en el paro sin tener muy claro hacia dónde pegarla. Pocas opciones tenemos. O plantearnos el voluntariado, ese gran enemigo de la profesionalidad, u olvidarnos de nuestras trayectorias. Poca gente se puede permitir trabajar gratis et amore, y para hacer otro tipo de trabajos hay gente más preparada que nosotrxs.
Deberíamos empezar a organizarnos (la Red es el instrumento) e inventar nuevas formas de lucha y de acción. Porque sí porque estamos aquí y queremos tener más opciones que irnos.
¡Quién nos lo iba a decir cuándo comíamos bocatas de Nocilla viendo a Naranjito!!!