Abertzalismo y machirulismo
El revuelo organizado por la dimisión de varixs ediles de Bildu de Hondarribia, después de que uno de ellos participara en el Alarde Tradicional ha levantado ampollas.
Como bien sintetiza Pablo Ordaz el alarde celebrado en Irún y Hondarribia «dos localidades de Guipúzcoa, intentan participar en la fiesta del Alarde en igualdad de condiciones que los hombres. Los desfiles conmemoran la victoria de las milicias forales sobre las tropas francesas a principios de los siglos XVI y XVII. Los hombres marchan vestidos de soldados, formados en compañías precedidas por una sola mujer con el traje de cantinera y un abanico en la mano. Sin embargo, en 1996, un grupo de vecinas de Irún y otro de Hondarribia se rebelaron contra la tradición y reivindicaron su derecho a desfilar también como soldados». Vestirse de soldados, para las mujeres se convierte en todo un acto simbólico de rebeldía que cuestiona el orden patriarcal y supera la imagen femenina tradicional representada en la cantinera abanico en mano.
Me sorprende que la gente se sorprenda de la actitud de integrantes de Bildu. ¿Que pensaban, que por ser abertzales no eran machistas? La izquierda abertzale siempre ha fomentado un imaginario femenino representado por la etxekoandre luchadora. Os pongo la imagen de esa señora en bata que inundaba las paredes de muchas ciudades y pueblos en décadas pasadas.
. Esa ama de casa que velaba por el orden euskalduna y que trasmitía a hijos, hijas, nietos y nietas la necesidad de luchar. Lo habitual en los nacionalismos que identifican la patria con la feminidad y confieren a las mujeres, generalmente definidas como madres tareas sagradas.
La lucha por los derechos humanos de las mujeres nunca ha sido una prioridad en el abertzalismo. Tampoco la lucha por los derechos sexuales y afectivos. Así que como en todos los ámbitos, hay mucho machirulo y mucho y mucha homofobia.
Pero vaya, nada nuevo bajo el sol. Todas las luchas políticas han exigido a las mujeres que abandonaran sus reivindicaciones específicas bien por no considerarlas necesarias, bien por acusarlas de dividir los movimientos y desviar la atención. Ejemplos, demasiados. Aquí en España, no hay más que recordar la Guerra Civil y la Transición, o mismamente la actualidad. Y es que lo del machirulismo es algo tan universal que llega hasta a los abertzales que llevan demasiado tiempo en la misma brecha….

Dando en el clavo. Muy muy interesante reflexión porqué a las cosas hay que llamarlas por su nombre.
Sí, dando en el clavo. Y es verdad, todas las luchas políticas incitan a las mujeres a abandonar las reivindicaciones de género. Los más «buenistas» empleaban otro argumento: cuando la igualdad de clases fuera conseguida, la igualdad de género emergería por sí sola, no era algo de lo que había que preocuparse hasta que ese futurible llegara. Mientras, los «compañeros» inundaban el día a día con actitudes machistas.
tú SI que has dado en el clavo: cómo vamos a ir todos juntos a reivindicar si de partida estamos hombres y mujeres en distinto plano? Aunque algunos de los objetivos sean comunes, no podemos obviar que las mujeres tenemos otros más propios que pelear con vosotros los hombres.
Olé. Como vasca, me quito la txapela. Las cosas bien dichas, dando en el clavo como bien dicen por arriba 🙂
Volveré por aquí! 😀
Chicas muchas gracias por los comentarios!!!!
Es algo que me ha costado verbalizar. La señora de la bata de rayas siempre me dio mucha impresión cuando era txiki….
Bs!
maría