De cómo cegaron las hormonas a Isabel Pantoja

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(Foto: el mundo.es)

Isabel pantoja y Lulían Muloz hicieron pública su relación en un Rocío del 2003. Recuerdo perfectamente cómo retrasnsmitieron desde Tele 5, no recuerdo el nombre del programa la puesta de largo de la nueva pareja, que viajaó en calesa, se daban morreos y meaban en público. Ejercicio total de una españa cañí, retransmitida en directo que visibilizaba una relación que era vox pópuli que incluían cuernos, mentiras, trapicheos políticos y muchos chanchullos. Una despechadísima Maite Zaldívar destapa, de nuevo en Tele 5, que su exmarido metía en casa bolsas llenas de dinero. Hizo pagar con creces a su marido el que la definiera por loca cuando ella se olió la tostada de los cuernos. La esposa engañanda, la amante tonadillera y famosa, que defendería lo suyo ante Jesús Quintero y el alcalde triunfador que no cabía en sí de gozo de tanto orgullo viril. Hembras luchando por su macho.

La Pantoja que es muy lista, abandonó al alcalde corrupto en cuanto vio que de la calesa bajaba directamente al trullo, pero no pudo evitar salvarse de una impotación de blanqueo y alguna cosa más. Tampoco de una salida muy tortuosa de los juzgados que recordaban vagamente al dolor de hace décadas y que la convirtieron en la viuda de España. Y es que al vulgo nos va lo mismo ensalzar al personal que tirarle de la coleta.

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(Foto: diariofemenino.com)

Ahora, ante la posibilidad de que aumenten su pena y que dé con sus gafas de sol en el trullo, su abogado alega en su defensa que «Las hormonas le impidieron ver la verdad», que la Pantoja «padecía la enfermedad del amor y la persona que padece esa enfermedad está lejos de toda capacidad crítica.». Y claro, ya se sabe, que si estás cegada de amor y con la hormona alterada, con furores uterinos, pues no sabes discernir entre el bien y el mal, tu raciocinio desaparece y de blanqueos de capitales que ni te enteras….Lo más alucinante es que esta argumentación la pretenden basar en opiniones de peso como as de Ortega y Gasset. sí, sí, habéis leído bien…. el letrado dice que «Las hormonas le impidieron ver la verdad. Las endorfinas alteran la racionalidad… Lo sabemos porque nos lo han dicho filósofos como Ortega y Gasset y también científicos expertos en hormonas y endocrinología».

Mientras esperamos con ansias esos estudios que no sabemos cómo afectaran a las mentes masculinas y deseamos a la Pantoja que se lo pase bien en Cantora en una fiesta que va a dar este fin de semana para olvidar sus problemas, no podemos evitar acordarnos de la infanta Cristina, a la que también le deseamos un buen fin de semana, y que también firmaba papeles por amor….

Y no podemos evitar pensar con cierto horror, a ver si eso de que las mujeres somos unas irracionales, unas débiles mentales que cuando nos enamoramos perdemos la voluntad y la razón en pos de nuestros amados, se va a empezar a apoyar en pretendidas razones científicas y vaya a sentar jurisprudencia. Que es que hay que joderse.