Muerte al feminismo posmoderno o yo no me defino como feminista


Resulta cuando menos preocupante que mujeres famosas y relevantes como Katy Perry, Taylor Swift, Lady Gaga, Juliette Binoche Demy Moore o Maribel Verdú se muestren contrarias al feminismo. Escribía ya la semana pasada sobre las declaraciones de Carla Bruni que se despachaba a gusto con la cuestión feminista afirmando lo siguiente: “en mi generación no hay necesidad de ser feministas. Hay pioneras que abrieron el camino. Yo no soy para nada militante feminista. En cambio, soy burguesa. Me encanta la vida de familia, hacer todos los días lo mismo. Adoro tener ahora un marido”.

La Bruni no es la única. Un artículo de El País recoge diversas declaraciones que nos dejan sin resuello. Kate Perry dice que «no soy una feminista, pero creo en la fuerza de las mujeres». Taylor Swwift «no me planteo las cosas en plan chicas contra chicos. Nunca lo he hecho. Me criaron unos padres que me decían que si trabajo tan duro como los hombres, puedo llegar igual de lejos». El artículo cita más ejemplos como los de la responsable de Yahoo Marissa Mayer «no me considero feminista. Desde luego creo en la igualdad de derechos», la actriz Melissa Leo «no me veo como feminista en absoluto. Si empezamos a categorizarnos y etiquetarnos, el mundo se acaba», Lady Gaga «no soy feminista. Adoro a los hombres y la cultura masculina. Cerveza, bares, coches», Demi Moore «soy una gran defensora de las mujeres pero no me veo como feminista» y Juliette Binoche «Este debate es aburrido. Y esa palabra coloca a la gente en una forma estereotipada de pensar».

En España, Maribel Verdú se quedó tan ancha y lanzó las siguientes lindezas, tras indignarse por el hecho de que las mujeres cobraran menos que los hombres: «no soy feminista recalcitrante, me encanta que me abran la puerta, y que me den fuego, una sola vez, toda la noche no, lo normal.

Ninguna de las mujeres citadas, todas ellas indudables referentes en sus profesiones y mujeres de éxito reniegan de la conqusita de los derechos femeninos, conseguidos por mujeres y hombres feministas, pero rechazan la palabra y el concepto de feminismo. Es obvio que ninguna de ellas conoce qué es el feminismo, un movimiento político y ético de carácter integrar que combina movilización social y reflexión teórica que lucha por los derechos de las mujeres con el fin de construir una sociedad más justa, igualitaria y equitativa para las mujeres y para los hombres. Ninguna de ellas asume una mínima pedagogía feminista y refuerzan los estereotipos que el patriarcado asigna al feminismo: mujeres sectarias, trasnochadas, resentidas y feas que no hacen sino quejarse continuamente de una realidad que exaqeran y que odian a los hombres.

No considero que ninguna de las mujeres que han realizado tamañas declaraciones sean bobas ni ignorantes. Muchas de ellas dudo que conozcan qué significan los feminismos, pero todas sus declaraciones son palabras medidas que indican un posicionamiento. Una postura que tiene mucho de comercial y de ideológica. Todas se posicionan junto a las mujeres pero frente a las feministas. Todas se mueven en una sociedad y en una industria cultural patriarcal y machista hasta la médula que con sus palabras y actitudes refuerzan y perpetúan.

Como definió allá por el año 1991 Susan Faludi en su excelente «Reacción. La guerra no declarada contra la mujer moderna» siempre que ha existido un avance en los derechos humanos de las mujeres, el patriarcdo reacciona con dureza y eficacia. En esas estamos de nuevo. El patriarcado se reorganiza y las mujeres son de nuevo una de sus armas más eficaces. Mientras tanto las que sí que asumimos esa F, las SUPERF, seguiremos con lo nuestro, entre lo que cabe como no, beber cerveza, ir de bares, y sonreír a quellos o aquellas que nos encienden los cigarros….