Feministas españolas del siglo XXI ¿Evolución o involución?
Tomo prestado el título “La mujer en la España actual ¿Evolución o involución?” (Icaria, 2004) editado por Bárbara Zechi y Jacqueline Cruz para reflexionar sobre ciertas ideas que me bullen en la cabeza tras visionar la entrevista que el pasado 29 de diciembre realizaron a la escritora Lucía Etxebarría en el programa ‘El gran debate’ de tele 5. Son reflexiones que enlazan directamente con una serie de preocupaciones que hemos recogido en este blog sobre qué entienden las mujeres actuales por feminismo.
Lucía Etxebarría es una reputada escritora española que con su primera novela ‘Amor, curiosidad, prozac y dudas’ (1997) inicia una carrera repleta de éxito de ventas y de crítica. Tiene en su haber, entre un buen número de premios entre ellos el Nadal y el Planeta. Siempre se ha definido como feminista . Ha mostrado un interés por teorizar sobre las mujeres y el feminismo en el interesante y valiente ensayo La Eva futura/ La letra futura (destino, 2000). Ha sido una feminista que ha ido por libre. Ni corrió delante de los crises, porque era una niña cuando se corría delante de ellos, ni lucho desde ningún colectivo para crear una nueva sociedad. Tampoco pertenece a la élite del feminismo académico. Su obra llena un vacío sobre la escasez de referentes sobre féminas pertenecientes a la generación X.
Sus declaraciones que van más allá de un patológico miedo al qué dirán y a la aprobación ajename sorprenden y preocupan. En una mujer poderosa, libre y decidida como la Etxebarría llama la atención su abismo personal fruto de una pareja fallida y una maternidad frustrada. Todas las personas necesitamos de alguien que nos quiera, nos apoye y de un proyecto vital que nos soporte. Por muy hundida que se sienta, sorprenden sus palabras. Por un lado indican la asunción de un fracaso personal por no ser capaz de mantener a un hombre a tu lado y que la fuerza del amor(de tu amor) no sea capaz de cambiar a ese hombre deseado. Por otro lado el fracaso personal asumido ante una maternidad imposible. Que se responsabilice personalmente de este fracaso sentimental y maternal causa pavor.
Vale que como ella misma afirma ser feminista, como le remarca con insistencia el conductor del programa, no le hace invulnerable. Pero hay un aspecto, que con todo mi respeto personal y profesional hacia la Etxebarría me chirría. Cuando ella afirma que: “por muy feminista que te creas en el fondo has interiorizado un rol tradicional y te crees que si no tienes alguien al lado no vales nada” es cuando la cosa no encaja. Vamos a ver, más allá de las coherencias feministas que son imposibles de cumplir en su totalidad y más cuando se acercan al dogma, si eres una persona feminista, lo eres porque no estás dispuesta a asumir los dictados de género que te impone la sociedad patriarcal. Lo puedes descubrir antes, después, encima, debajo, haciendo el pino puente, disfrazada de Rafaela Carrá…as you want, pero tus afirmaciones colocan al feminismo como una actitud pasajera que se vuelve intrascendente e inconsistente cuando deseas tener una pareja o ser madre. Da la impresión de que en realidad, a pesar de la modernidad y la lucha en todas nosotras alberga un ser capaz de sucumbir en la cuarentena al modelo tradicional porque todas asumimor un rol tradicional y queremos contentar a la familia. ¡Venga ya!
Las palabras de Lucía Etxebarría visibilizan otra de las problemáticas actuales. El de las maternidades tardías. Las maternidades intentadas desde una edad biológicamente difícil que implican duros procesos e importantes renuncias. En estos momentos la Etxebarría, como el presentador del programa afirma con bastante mala hostia y deleite de la audiencia, representa a una mujer que ha triunfado en lo profesional, pero que ha fracasado en lo personal. El fracaso se achaca a la inevitable ruptura de pareja y al fracaso de un intento de maternidad tardía. Vaya, que se observa cierta moralina en todo este asunto. Serás una escritora de éxito, pero fracasarás en tu vida personal….Las maternidades se retrasan para poder triunfar en la vida profesional y con el tiempo este retraso condiciona tu vida personal.
El mensaje de toda esta historia me resulta contradictorio. Por un lado vemos a una mujer triunfadora y feminista que se siente acabada y frustrada por no copar sus aspiraciones maternales y amorosas. Confiesa su fracaso asumiendo dictados patriarcales que a priori, debería rechazar. Pero no le resbalan, se siente mal desde su independencia confesándonos que no es capaz de convertir a su rana en príncipe azul y de ser madre en una edad biológicamente crítica.
Desde aquí no estamos en disposición de dar lecciones morales a nadie. Agradecemos a Lucía visibilizar sus flaquezas y contradicciones que sabemos sinceras más allá de la acuciante necesidad de vender libros (la cosa está muy mala). Pero nos sigue dando la impresión de que todos estos testimonios, el suyo, y los ya comentados, hacen un flaco favor a los feminismos y los colocan en una tesitura complicada, como de moda pasajera que al final se abandona en aras de una verdad mayoritaria y entendida, sin duda alguna patriarcal. Desmontan y destruyen unas débiles genealogías que se resienten de estos tratamientos de víctimas perennes y estructurales a mujeres que pasan por un mal momento coyuntural. Y es que como todo, lo de los feminismos, está muy, pero que muy chungo…
(desde aquí mis ánimos y admiración a Lucía Etxebarría, una tía valiente y kurrera de quien me he leído absolutamente todo)
¡así estamos!
Yo también creo que Lucía es muy valiente por contar todo esto en voz alta, Estoy de acuerdo con ella que muchas veces choca lo que pensamos y lo que hacemos. El machismo lo llevamos en vena. Yo me pillo muchas veces imitando a mi madre y abuela en algunos comportamientos… Es duro darte cuenta pero es la única forma de cambiarlo. Quizá ni la Noria ni Jordi Gonzalez sean el medio y el presentador idóneo para hablar del tema…
Seguimos adelante!
Pues sí…Muy de acuerdo en que ni ‘ El debate’ ni el presentador sean los idóneos. Se notal al principio de la entrevista cuando J. Gonzáles se pone apocalíptico y ella le frena. Y ese tonillo de chica, tú que eres feminista cómo te vas a sentir mal..tan condestendiente…
Y sí, todas asuminos y actuamos comportamientos contradictorios. Prefiero las contradicciones a los dogmas.
bs!
«Prefiero las contradicciones a los dogmas»
¡Donde va a parar!
Hola!. Es una buena reflexión la que planteas, pero también algo obvia. Si Lucía creció con una formación, valores y familia determinada, en una sociedad también determinada…pues es su referente emocional para muchas cosas, y sobre todo cuando está hundida y uno baja las defensas mentales que construye y acude a lo que tiene más interiorizado. Lucía, como todas, después se habrá hecho una carrera y unos planteamientos, y habrá reaccionado contra mucho de lo que le enseñaron en su infancia, pero ello no quita que esté ahí.
De otra forma, una va a consolar a una amiga que tiene este mismo momento, por muy superwoman que sea, y es esto lo que cuenta. O no?
Jordi hace espectáculo. Le mola. Sabe lo que quiere el público. Anda que ver estos programas…si basta con irse a cotillear con las amigas de tu madre (broma).
Sobre el feminismo: qué es. Verás, es uno de esos movimientos sociales con una historia que es larga, que no se enseña en el cole, y por lo tanto la gente no tiene una idea clara de lo que es. Y se manipula fácilmente, está de moda lo de yo no soy feminista, no voy contra los hombres, no quemo sujetadores…es decir todo un movimiento social ridiculizadoy tergiversado en dos frasecitas, que es lo que se hace hoy en día con tanta facilidad en los massmedia. Simplemente hace falta explicar lo que es feminismo, que ya no se entiende, pero vamos, que esta manipulación se hace con todo lo que molesta. Que se lo pregunten a Jordi, que sabrá mucho de esto.
Hola
Lucía Etxebarría se ha socializado con otros referentes más allá de los familiares. Entre los que destacan el modelo de «mujer moderna» (cuyo análisis es apasionante) creado en parte por esas feministas protagonismtas de un movimiento social, político, ideológico y filósofico. De ahí que me llame más la atención esa especie de vuelta a los referentes tradicionales (y patriarcales)
Seguramente por lo abarcador y radical (de raíz) se ataca y se desprestigia tanto…
Un saludo!
Socializarse?, con cuántos?. El cerebro se forma en la niñez, es lo que decía. Los viejos dementes vuelven a los 10, no después. Es lo más profundo ;).
Pero no se interprete que digo que está mayor o que es demencia. Lo que digo es que lo que se implanta en la niñez, está a fuego, y pongo de referencia la demencia.
Que ganas tenía de leer un artículo así. Aunque cada cual se puede sentir lo feminista que quiera, a mi me parece, que la elaboración del significado que tiene Lucia Echebarría del feminismo, no tiene ni el mínimo de coherencia.
Gracias a Las princesas también friegan.
Como una colega me dijo hace tiempo : las contradicciones son oportunidades para desplegar ideas sobre cuestiona que no están claras . A Etxebarria le faltan buenas compañías . Parte de su puesta en escena es mostrar estas contradicciones
Es muy interesante analizar las contradicciones. Nos dices mucho de cómo somos..
¡Que vivan!
Saludos
Vi la entrevista y me llamo la atención que Lucía se prestará a ese juego tan perverso. La vi tan frágil, detesto ese programa más si cabe a su presentador. Desde luego la lucha contra nuestras contradicciones es continua. Por un lado necesitaba gritar o echar fuera lo que le consumía pero niña en la tele no, y en tele cinco menos, y con Jordi!!!!
Suscribo!!!
Ese interés del presentador por meter el dedo en la llaga de las contradicciones para desprestigiar tiene tela marinera
Saludos
Seguro que de ningún hombre se diría «Ha triunfado en lo profesional, pero ha fracasado en lo personal». Me choca mucho que como mujeres sigamos permitiendo que eso suceda.
Pues sí…
me imagino a un buen grupo de espectadoras gozosas pensando, «mírala, tan feminista, tan independiente, y sin amor ni poder ser madre»
Cuánto por trabajar!
un saludo!
Una gorda inútil siendo idealizada. SI éste es el mejor referente feminista, estamos buenos. Prefiero pertenecer a mujeres que luchan por los derechos de la mujer que al género de feministas que se dan por referentes…