De cómo las revistas cuentan que Soraya pasea un ratito


Las revistas del corazón son una fuente inagotable de información. Desde dos vertientes. Desde la información pura y dura, siempre útil para entender nuestra sociedad y las alianzas de poder, y desde el tratamiento que éstas hacen de los personajes femeninos.
Las revistas del corazón, cuya lectura me entretiene bastante, tienden al (sutil) terrorismo de género. Y me explico. ¿Qué pensar del siguiente titular? “Soraya Sáez de Santamaría, mujer y esposa diez” (Revista Diez Minutos). No entro en la polémica de su incorporación al trabajo con los puntos de la cesárea frescos. También fui a dar una clase cinco días después de haber parido. Vale, no soy la Vicepresidenta del Gobierno, pero en escala Vicepresidenta/Princesa la experiencia fue similar. Lo hice porque creía que tenía que hacerlo, pero con la perspectiva que da el tiempo me parece una sonora gilipollez. Acabé destrozada físicamente, y mi pequeña lactante lo pasó fatal…
Pero centrémonos. Vale que esté bien humanizar a Soraya. Las políticas también empujan los carritos de su prole y todo eso, aunque como siempre echo en falta que sea noticia que un político empuje el carrito. Pero, ¿es necesario enfatizar tanto su papel de madre y esposa? Pues sí. Es necesario recalcarlo para que no pensemos que Soraya es únicamente una mujer con poder. Es necesario diferenciarla además de la anterior Vicepresidenta, la independiente y no madre Mª Teresa Fernández de la Vega.
Las revistas del corazón engañan y manipulan. Por eso son terroristas. Dicen cosas tales como que a pesar de estar tan ocupada salvando al país de la crisis sacas ratitos para dedicarte a tu familia. No sé qué creerán las lectoras y lectores de la revista, pero Soraya, tía, de Princesa a Vicepresidenta, esto es mentira. Tu familia seguro que es (o no) una de tus prioridades, pero los hijos e hijas no se crían con “ratitos”. Requieren tiempo, mucho tiempo y dedicación y una infraestructura vital, laboral y financiera muy laboriosa y complicada para las y los comunes de los mortales. Presentar a Soraya como un modelo de referencia, manipular así la realidad es francamente perverso y muy terrorístico.
¡feliz paseo! (aprovecha para cuando empiecen a criticarte por elegir libremente, porque lo harán)