Las princesas seguimos fregando. Segundo aniversario
Pues sí, pues sí. ¡Cómo pasa el tiempo! hoy hace ya dos años que comencé con este espacio, que a pesar del paso de los días mantiene vigente su espíritu fundacional. Muchas cosas han cambiado desde hace dos años, pero otras muy poco. porque las princesas seguimos fregando, básicamente porque no tenemos otro remedio.
El año pasado explicaba el porqué del nombre de este blog
«¿Por qué friegan las princesas? Las princesas friegan básicamente porque no tienen otro remedio. Como escribía al presentar el blog hace un año, “Las princesas también friegan, y curran, y conducen, y se estresan, y cuidan de su prole…Nací con vocación de princesa pero devengo proletaria”. Y es que pertenezco a una generación que se suponía llena de reinas y princesas, de mujeres formadas, preparadas e independientes que habían nacido en una sociedad igualitaria y que no iban a tener ningún problema para encontrar trabajo, ser autónomas, libres y no dependientes de amores románticos. Incluso iban a ser madres porque ellas eran capaces de eso y mucho más. Superwoman ad infinitum.
Cuando fuimos creciendo nos dimos cuenta de que nuestra tiara o corona se iba ladeando y que nos ibamos enredando en realidades contradictorias: nuestras carreras en pocas ocasiones nos han servido para trabajar de “lo nuestro” y nos hemos encontrado con diversos techos de cristal. Por un lado por el techo de hormigón de una sociedad y un mercado de trabajo patriarcal y machista que nos exige mucho más que a los tíos, y por otro, con otro techo sutil, dentro de los feminismos (oh sorpresa!) que nos marcaba qué era feminista y qué no, qué era coherente y que no desde unos códigos que nunca compartimos…Nuestras hombres, aquellos con los que nos criamos, jugamos a “V”, vimos las mismas series de tv, compartimos piso en la carrera, una vez decidías vivir en pareja, en ocasiones eran víctimas de una transformación misteriosa que les hacía convertirse en sus padres o abuelos. También nos dimos cuenta cuando decidimos ser madres que esa sociedad moderna democrática e igualitaria era un puto espejismo y de la noche a la mañana nos vimos tan independientes (para eso nos habíamos preparado) como presas de la mística de la feminidad. Y todo al mismo tiempo…
Así que por esto fregamos las princesas, porque no tenemos otro remedio.»
No tenemos otro remedio pero también hay que confesar que me encanta este alter ego princesil que me permite decir todo lo que me da la gana y me sale de las tripas. Si no fuera por lo divertido del registro principesco no sería capaz de afrontar esta realidad tan misógina y sexista que nos tiene en la arcada permanente. Y se que a vosotrxs tambien os gusta porque ya vamos por las más de 100.000 visitas. Así que seguid leyendo el blog cabronxes!!!!! y muchas, muchas gracias por entrar y compartir!
Aquí os dejo, los post más leídos
Tampax con Amaia Salamanca, o la idiotización suprema de la masculinidad
El corto de Penélope Cruz, sexismo veraniego
Todo lo que puedes conseguir con tus tetas
¡Felicidades!
Gracias! 🙂
¡¡Enhorabuena por tu blog!! Me encanta el título que le pusiste. El otro día me acordé de ti cuando leí a Beatriz Gimeno, por lo del fregar y tal: http://beatrizgimeno.es/2014/01/20/es-compatible-ser-feminista-y-tener-empleada-domestica/